sexta-feira, 15 de abril de 2022

Declaración de La Via Campesina: 30 años de luchas colectivas, esperanza y solidaridad

 


Este 17 de abril, el Día Internacional de las Luchas Campesinas, conmemoramos los 26 años de la masacre de campesinos de Eldorado dos Carajás en Brasil y resistimos ante la criminalización, la opresión y la represión de las luchas por la vida. En este día, también damos inicio a las celebraciones por los 30 años de La Via Campesina en la construcción de luchas colectivas, esperanza y solidaridad al servicio de la humanidad.

Nosotrxs, La Via Campesina, la voz internacional de millones de campesinxs, mujeres y hombres, jóvenes, agricultorxs de pequeña y mediana escala, agricultorxs familiares, trabajadorxs sin tierra, pueblos indígenas, migrantes y trabajadorxs agrícolas de 182 organizaciones locales y nacionales en 81 países de África, Asia, Europa y las Américas, nos hemos rehusado a desaparecer y continuamos creciendo y fortaleciéndonos. A través de la persistencia, la perseverancia y la esperanza, hemos cosechado grandes victorias: el reconocimiento y la adopción de la Soberanía Alimentaria por algunos países, el reconocimiento y el apoyo a la Agroecología por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (la FAO, por sus siglas en inglés) y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de lxs Campesinxs y de Otras Personas que trabajan en las Zonas Rurales (UNDROP por sus siglas en inglés) adoptada por la Asamblea General de la ONU. Continuamos ocupando espacios multilaterales de gobernanza de la alimentación y a influir en el debate en apoyo a la Soberanía Alimentaria, la Agroecología y la Reforma Agraria Popular.

Estamos alerta ante el contexto global actual y la necesidad de fortalecer nuestra lucha. El conflicto geopolítico empeora conforme el orden liberal internacional es desafiado por las demandas de un orden mundial multipolar, y aumenta la ofensiva imperialista en contra de las masas y la criminalización de los movimientos populares. Las crecientes violaciones de los sistemas democráticos se dan por parte de los medios de comunicación corporativos a través de la censura y la vigilancia. Esto ocurre a la par con el empeoramiento de la crisis climática y de salud debido a la pandemia de COVID-19, durante la cual las instituciones de salud pública han estado poco financiadas y su privatización ha agravado el sufrimiento. Por lo tanto, somos testigo de niveles récord de pobreza, hambre y desigualdades a nivel global, además del incremento de la criminalización por demandas justicia social y dignidad. Así, millones de migrantes han sido forzados a abandonar sus territorios y países donde han enfrentado más injusticias.

El año pasado, en 2021, celebramos un cuarto de siglo de construir e impulsar la Soberanía Alimentaria, así como iniciamos el debate para reflejar críticamente nuestros logros, victorias y acciones propuestas para el futuro, como nuestra participación en Foro Global Nyèlèni en el 2023.

¿Qué necesitamos de los gobiernos e instituciones para continuar alimentando al mundo?

·    Implementar una reforma agraria democrática y extensiva que permita la soberanía de los pueblos sobre sus recursos naturales y su comida, tanto en el proceso de producción como en el de distribución.

·    Reconocer el trabajo que ya estamos haciendo y promover ejemplos exitosos de nuestra capacidad para alimentar a las mayorías. Mientras producimos e intercambiamos la mayoría de la comida del mundo, nuestros mercados son olvidados por los gobiernos, instituciones y transnacionales en la formulación de políticas. El comercio es necesario, pero otro tipo de comercio, que no esté basado en la explotación de la gente y la naturaleza, que beneficie a las comunidades y no a las corporaciones.

·    Promover la Agroecología Campesina como una solución ante la crisis climática, la pérdida de la biodiversidad y de la fertilidad de los suelos. Ante las prácticas agrícolas industriales insostenibles, vemos una oportunidad única para la agroecología, ya que muchos países quieren hacer la transición a "métodos agrícolas sostenibles" y reducir el uso de agrotóxicos.

·    Implementar la UNDROP, creando un procedimiento especial de la ONU e implementando la declaración en la FAO, así como en otras agencias basadas en Roma relacionadas con políticas de alimentos y agricultura y también en el Decenio de Agricultura Familiar de la ONU. Esto permitirá que la UNDROP sea referencia para políticas que reformulen o transformen nuestra sociedad.

 ¿Cómo proyectamos el avance de nuestras luchas desde La Via Campesina?

·         Haciendo formación y sensibilización masiva entre nuestros miembros sobre la UNDROP, para que lideren la amplia promoción de los componentes esenciales de las políticas públicas en sus países a favor de la Soberanía Alimentaria, la Agroecología y el reconocimiento y respeto de los derechos de lxs campesinxs.

·         Construyendo y fortaleciendo la diversidad y la inclusión en contra de la violencia y la opresión. Adoptar la diversidad es clave para “Construir el Movimiento para cambiar el mundo”. Hoy en día, la juventud, las mujeres, las diversidades culturales y de género (LGBTQI) son mayoría y parte del liderazgo de nuestro movimiento.

·         Construyendo el Feminismo Campesino y Popular para definir y darle forma a las relaciones de género en nuestro movimiento como herramienta política en contra de todas las formas de violencia.

·         Fortaleciendo el Colectivo de Migración y de Trabajadorxs Agrícolas Asalariadxs como un espacio para visibilizar sus problemáticas.

·         Avanzando nuestro trabajo en contra de la impunidad de las corporaciones transnacionales (CTNs) y contribuyendo al proceso de tratados vinculantes para regularlas.

Para entender la complejidad y la fluidez de este mundo, adaptamos nuestras estrategias:

·         Construyendo nuevas alianzas y fortaleciendo las ya existentes dentro y a lo largo de cada frontera, para aprender y compartir nuestras experiencias a través del análisis colectivo y la formación, así como defender un futuro basado en la Soberanía Alimentaria.

·         Incrementando y fortaleciendo nuestra formación política y técnica. Vamos a promover métodos populares campesinos y ‘tecnologías’ que involucren a las mujeres y a lxs jóvenes en la defensa de los medios de vida campesinos. Otra vez, debemos dominar las nuevas formas de comunicación al servicio de la humanidad para llegar a muchas personas que defienden sus derechos y apoyan la Soberanía Alimentaria.

¡No hay futuro sin Soberanía Alimentaria! ¡Globalicemos la lucha, globalicemos la esperanza!

Bagnolet, 15 de abril de 2022

terça-feira, 11 de janeiro de 2022

La agroecología campesina, clave para la humanidad y para el planeta

 

Boletín Nyéléni nº 20 - Agroecología y clima

Ilustración de Erin Dunn, www.cargocollective.com/erndnn

La agroecología existe desde hace décadas y se ha escrito mucho sobre ella. Su enfoque es multidisci­plinar, se basa en el conocimiento, las técnicas y los modos de vida de los campesinos y campesinas, está enraizada en su medio natural, social y cultural. Du­rante muchos años se ha considerado arcaica y poco adaptada al “progreso moderno”. La agroecología es­tuvo desterrada, aunque resurge con fuerza.

Pero, ¿quién va a beneficiarse de este resurgir?

La agricultura agroecológica garantiza que el suelo, las semillas campesinas y los conocimientos de los agricultores sean apreciados y mantenidos. Es el sím­bolo de la diversidad de producciones y de prácticas existentes, de la diversidad de alimentos y de identidades culturales alimen­tarias adaptadas a cada entorno social y natural. Con todo, actualmente es acaparada por la agricultura industrial. La agricultura industrial está en las antípodas de la agroecología, ya que se basa en el beneficio, la uniformidad, la especialización, y la concentración, con todas las consecuencias mortíferas que esto implica.

La agricultura industrial necesita limpiar su imagen, para ello tratará de en­gañar a la gente hablando de agricultura verde y sostenible que respeta la na­turaleza y a la gente, usurpando el nombre de agro-ecología. Suena bien, pero no es más que un nuevo modo de usurpar el conocimiento y de patentar lo vivo.

Así es como están hablando los gobiernos y las compañías de todo el mundo. Todos quieren subirse a este carro. Monsanto, asociado con Arvalis, ha formado a sus asesores en agro-ecología. Para ellos, agro-ecología significa presumir de recortar los insumos químicos, en volumen, que no en concentración, per­sistiendo en la promoción de semillas híbridas, GMO y otras plantas y animales transgénicos, del monocultivo, los cultivos hidropónicos, el acaparamiento de tierras, de agua y de recursos naturales, etc.

Aparte de estas prácticas contrarias a la agroecología, todo esto se basa en aspectos técnicos, dejando de lado su dimensión social, medioambiental y espiritual.

Por eso es tan urgente que las comunidades y organizaciones campesinas se organicen y promuevan la agroecología campesina, conectada con el planeta, y pongan en práctica las formas mútiples y diversas de agricultura familiar que se adaptan a su entorno, a los medios, la biodiversidad y el conocimiento, como garantía de una alimentación sana, nutritiva y el respeto de los sistemas agrarios y de la diversidad, al igual que el desarrollo socioeconómico de sus territorios, in­cluyendo una cohesión social armoniosa, el respeto de la identidad comunitaria, el apoyo a la autonomía de los campesinos como corolario de un aumento de sus rentas y de su bienestar.

En el marco de la soberanía alimentaria, la agroecología campesina que practican millones de personas y sus comunidades constituye la clave para salvaguardar a la humanidad y el planeta, no solo hoy sino en el futuro.

 Grupo de trabajo por la Agroecología del CIP

https://nyeleni.org/spip.php?article484